miércoles, 18 de julio de 2018

El análisis de datos en Bomberos de Chile.

Enrique Mac Iver, escribía a principios del siglo 20: “La existencia de instituciones como éstas, suponen una sociedad de ideas adelantadas, de sentimientos elevados. Son, si se me permite la expresión, el barómetro que marca la altura moral e intelectual de una sociedad.” 

Ser profesionales de la emergencia necesariamente implica hacernos dignos herederos de una filosofía de ideas adelantadas, y esas ideas adelantadas necesariamente provienen del cultivo de nuestro intelecto basados en la experiencia y el análisis de información de buena calidad.

El análisis de datos en Bomberos de Chile.

El método científico, como herramienta de trabajo se estructura en una serie de pasos para construir conocimientos.
El primer paso es la observación; en función de lo que se infiere en la observación se plantean hipótesis y luego de experimentarlas se plantean las tesis, y así, a medida que estas tesis son comprobadas se formulan teorías tendientes a explicar el comportamiento de alguna materia o fenómeno de nuestro interés.
El proceso de observación requiere en la actualidad disponer de “datos”; la estructuración o mezcla de estos “datos” nos genera “información” y el cruce de una “información” con otra “información” nos lleva a la creación de “conocimiento” siendo en definitiva, el “conocimiento” el que nos minimiza el riesgo de equivocarnos al momento de tomar alguna decisión con respecto a alguna materia que sea propia de nuestra administración.

Actualmente, gran parte de nuestros oficiales se apoyan en su propia experiencia para tomar decisiones relativas a la administración de sus compañías o cuerpos de bomberos, transformándose dichos oficiales en tomadores de decisiones.
Cabe destacar que la experiencia se obtiene de la más tradicional y antigua forma de adquisición de conocimientos: “Ensayo y Error”, basado en el modelo “creo que, siento que, pienso que”.
Queda de manifiesto que hoy en día, no basta para el tomador de decisiones contar con la experiencia empírica o el conocimiento arraigado como insumo para desarrollar las mejores estrategias, sino que por el contrario, requiere de más y  mejor información sumado a un elemento esencial y crítico, las herramientas para el análisis de la información al servicio de la decisión, que no es más que información de buena calidad.

¿Por qué es importante tener información de buena calidad?

La Real Academia de la Lengua española define el concepto Profesión como “Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.”, los Bomberos de Chile nos definimos como “profesionales de la emergencia”, el mismo diccionario define profesional como un adjetivo “dicho de una persona: que ejerce su profesión con capacidad y aplicación relevantes.”  La capacidad relevante generalmente proviene en gran parte de los casos del estudio sistemático de una disciplina por un periodo de tiempo determinado en la cual se califica la adquisición de estas disciplinas por una casa de estudios a través de diversos exámenes.

En nuestro caso, los bomberos de Chile deben aprender sus habilidades a través de los diversos cursos que dicta la Academia Nacional de Bomberos a través de la metodología creada para esos efectos y deben ser evaluados por instructores calificados quienes evalúan dichos conocimientos.  Lo anterior, ha permitido un desarrollo técnico de gran impacto a nivel nacional, llegando incluso a nuestra institución a obtener reconocimiento y certificaciones a nivel internacional. Hoy en día, nadie cuestiona el profesionalismo con el cual nuestros voluntarios actúan en cada acto de servicio a los cuales son convocados.   

A lo largo de la permanencia de los voluntarios dentro del servicio, adquieren experiencia y desarrollan habilidades que les permiten ser reconocidos entre sus pares para ejercer los cargos de oficiales de mando y de administración.  Sin embargo, estas experiencias siguen sistematizándose bajo el método “creo que, siento que, pienso que”.  Es en este ámbito que el profesionalismo debe expresarse también en la sistematización de la experiencia no tan solo en el desarrollo de cursos de formación de oficiales, sino también, en la sistematización de los datos que los actos de servicio nos entregan de forma histórica, estos datos al transformarse en información permiten que nuestra institución incorpore el método “toma de decisiones basada en datos”, durante el desempeño de nuestras funciones de Bomberos. La experiencia por sí sola no asegura el profesionalismo, la experiencia junto con el análisis de los datos asegura la mejora continua de nuestra labor a lo largo de la carrera bomberil, lo que se traduce en una respuesta a emergencias oportunas y de alta calidad.

¿Qué hemos hecho?

Para lograr este hito en nuestra institución, se ha hecho necesario contar con la capacidad de capturar y analizar datos, para ello, la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile ha puesto a disposición de los Cuerpos de Bomberos y público en general, tres grandes bases de datos que buscan sistematizar la información y permitir el funcionamiento del modelo “toma de decisiones basada en datos” que asegure la mejora continua de nuestro servicio.   Estas bases de datos son “Registro Nacional de Bomberos”, “Registro Nacional de Material Mayor” y “Registro Nacional de Actos de Servicio”, cuyas siglas en sistemas son RNB, RMM y SGAS respectivamente.

Desde el año 2014 que estos registros están disponibles para el uso de los distintos cuerpos de Bomberos, sin embargo, durante la puesta en servicio, solo el 50% de los cuerpos subió sus datos en los respectivos sistemas.  Para incentivar el uso de los registros, la Junta Nacional estableció como requisito para la postulación a los diversos fondos que administra, (Art 26º, Ayuda Extraordinaria, etc.) que los cuerpos debían tener estos registros al día. No obstante que la Ley Marco de bomberos establece la obligatoriedad de actualización de estos registros de forma trimestral.
Sin perjuicio de lo anterior, a fines del año 2017 el 96% de los Cuerpos de Bomberos registro sus actos de servicio en SGAS, pero, lamentablemente, no todos han poblado todos los datos que se requieren por registro. Hay cuerpos de bomberos que no georreferencian bien sus llamadas de emergencia mostrando cuarteles generales que “se han quemado” más de 300 veces en un año, existen llamados a los cuales no se sabe cuántos voluntarios asisten ni cuantos carros se han despachado, e incluso se desconoce la duración de un llamado, puesto que, ingresan la hora de despacho y hora de regreso al cuartel, con 1 segundo de diferencia.
En conclusión, se ha avanzado, pero falta avanzar aún más en la disposición de datos de calidad para la toma de decisiones.

¿Qué es lo que debería pasar en el futuro?

Contar con información veraz y oportuna es clave para lograr el mejoramiento continuo de nuestros procesos, crear conocimiento y tomar decisiones efectivas basadas en la disponibilidad de datos que permitan resolver todo tipo de interrogantes como, por ejemplo: ¿Qué tipo de vehículos debemos renovar? ¿Cuál es el presupuesto necesario para la operación de un cuerpo de bomberos? ¿A qué riesgos están expuestos nuestros voluntarios en una región en particular? ¿Cuáles son las acciones de prevención que debiésemos promover en nuestra ciudadanía? ¿Es nuestro material menor suficiente para nuestras operaciones? ¿Cuántos actos de servicio tengo en el límite con mi cuerpo vecino? ¿Tenemos voluntarios suficientes para los servicios que nos demanda la ciudadanía?

Las anteriores son preguntas que nuestra experiencia por sí sola no es suficiente para responder, sin embargo, son cruciales para una correcta administración de nuestros recursos y para que las estrategias de desarrollo de cada uno de los cuerpos de bomberos que forman el sistema nacional de bomberos estén alineadas con la evolución propia de nuestra sociedad. “Así pues, el que dirige una gran empresa no debe actuar con ligereza o agitación; actuando a la ligera, pierde contacto con el mundo; actuando agitadamente, pierde contacto consigo mismo”, Tao (500 AC).